Bruno está malo hace unos días y está con ventolín tres veces al día. Amalia que lo pilla todo aunque esté por ahí jugando, se queda con el nombre de las cosas, así que la otra tarde se pone a hacer el bobo bailando y haciendo ruidos como si fuera música con la boca. La verdad que hacía como si estuviera tocando un violín, pero cuando yo le dije: ¡qué bien tocas!, ¿qué instrumento es?, ella me contestó: mamá pues un ventolín, ¿no lo ves?
Mañana más y mejor.
Un beso.
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