En la guarde de mi hijo han hecho la Fiesta de la Castaña. La
verdad que estuvo muy bien, había comida, bebida y un montón de juegos.
Bruno y Amalia en un principio estaban
interesados en la merendola, así que estuvimos merendando los cuatro juntos con
los amiguitos que había en la fiesta, pero pronto los niños descubrieron un
arenero que había al fondo, así que Amalia decidió hacer formas con la arena y
a Bruno se le iluminaron los ojos cuando vio que había motos correpasillos para
subirse.
La verdad que las motos eran bajitas y él
llegaba perfectamente al suelo, pero mala suerte que se resbaló con la arenita
que había por fuera del arenero, y cómo no, aterrizó con la cabeza. ¡Aún no
entiendo por qué los pequeños no ponen las manos cada vez que se caen!. Como
dice mi marido: "a este niño le pesa mucho la cabeza" y como dice mi
hermano: "es que aún no le han crecido los huevos". Resultado: una
herida en el lado derecho de la frente. En principio no ha sido nada, aunque
claro, está como un Cristo, lleno de golpes por todos los lados.
Total, que fuimos a la Fiesta de la
Castaña y la Castaña se la llevó mi hijo.
Mañana más y mejor.
Un beso.
Por cierto, el mando de la tele lo damos
totalmente por perdido. No aparece ni vivo ni muerto. Menos mal que mi hermana
nos ha prestado uno, porque lo que son facilidades por parte de Movistar nada
de nada.
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