Me encanta despertarme con los niños en la cama. Bueno, siempre y cuando no sea porque hayan pasado mala noche por estar malitos, que hoy no ha sido el caso.
Amalia sobre las tres de la mañana se me ha metido en la cama y se ha hecho su huequecito.
Bruno se ha despertado 20 minutos antes de que sonara mi despertador, así que como seguía con los ojitos cerrados, me lo he metido en la cama y así le puedo achuchar un poquito sin que proteste mucho o más bien nada, porque creo que a él también le gusta que le cojas y me acurruque a su lado. Me encanta tocarle las manitas y acariciarle, porque en cuanto se despierta se acabó. No está interesado en nada, sólo en salir corriendo a descubrir que da de sí el nuevo día.
¡Qué pena que no fuera domingo!, me hubiera gustado alargar ese ratito con ellos.
Mañana más y mejor
Un beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario